TENDINOPATÍA AQUILEA

El tendón de Aquiles se encuentra en la parte posterior de la pierna y tobillo y se inserta en el hueso calcáneo, justo encima del talón. Este tendón es el principal responsable en transmitir la fuerza de la contracción de los músculos de la pantorrilla, gemelo interno, externo y sóleo al pie. Esta fuerza se realiza con el movimiento de flexión plantar del pie, esto es, ponerse de puntillas. Aparte de esta flexión plantar, este tendón también ayuda a propulsar al cuerpo y hacernos avanzar en el terreno. La sobretensión en el Aquiles generada con esta propulsión del cuerpo es frecuente en ciertos deportistas, especialmente en aquellos que practican disciplinas que impliquen correr o trotar cuesta arriba (corredores y escaladores entre otros atletas).

Debido a la importante función que desempeña este tendón, la tendinopatía aquilea es una lesión muy frecuente en el deporte, tanto que en los deportistas de alto nivel existe una afectación del 7-9%. Principalmente suele afectar a corredores, jugadores de baloncesto, bailarinas, saltadores etc. Normalmente aparece durante el entrenamiento como un dolor ocasional, pero a medida que progresa puede llegar a provocar un dolor insoportable.

Esta afección degenerativa a menudo es causada por una carga constante en el tendón asociada a distintos factores como mecánicos (sobreuso) o biológicos (por la ausencia de reparación). Dichos factores pueden ser causados por las deformidades de pies y piernas, como tener pie plano o una posición arqueada de rodillas, que promueven la irritación del tendón. Las personas con enfermedades o trastornos metabólicos como diabetes, artritis o sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar esta tendinopatia también.

Los síntomas que con que debuta esta dolencia aparecen al principio o al final del entrenamiento o de la actividad deportiva, lo que quiere decir que el dolor suele depender de la carga. Debido a esto, los signos y síntomas más habituales son:

• Dolor de talón que aumenta en función de la carga de entrenamiento y en procesos agudos remite con el reposo.
• Dolor al caminar cuesta arriba o al subir escaleras.
• El tendón de Aquiles engrosado a la palpación, hinchado y con ligero enrojecimiento de la piel.
• Sensibilidad en la zona posterior del tobillo.

Los tratamientos médicos que se llevan a cabo son tratamientos sintomáticos contra el dolor. A nivel fisioterapéutico buscamos la causa de este dolor, esto es, buscamos las causas que conllevaron a la formación de la tendinopatía.

Tras la valoración de los factores causales presentes, los cuales generalmente son biomecánicos, se realizan tratamientos tanto activos como pasivos para el manejo del dolor, entrenamiento progresivo de musculatura posterior de la pierna, reeducación de marcha etc.