TENDINOPATIA GLUTEA

La tendinopatía glútea, comúnmente conocida como trocanteritis o síndrome de dolor glúteo, es una inflamación de las inserciones de los tendones glúteos en el trocánter mayor. Tiene una prevalencia del 10%-15% y es más común en las mujeres mayores de 50 años de las que 1 de cada 4 pueden padecer o padecerán esta patología. Normalmente se ven afectados el tendón del glúteo medio y del glúteo menor, así como la bursa trocantérica.

En cuanto a la sintomatología, es una patología limitante para las actividades de la vida diaria ya que se refiere dolor al tocar alrededor de la cabeza del fémur, al sentarse, al andar, al subir escaleras o al tumbarse sobre el lado afectado. Por otra parte, en una valoración del movimiento de la cadera, se ve limitada la rotación interna de dicha articulación.

Si hablamos del dolor que produce esta patología, diríamos que es un dolor que puede aparecer a la noche y también al estar de pie durante un largo periodo de tiempo. En ocasiones se puede confundir con alguna patología lumbar, ya que suele haber dolor irradiado por la pierna o incluso parestesias.

Por otro lado, existen varios factores que aumentan las posibilidades de desarrollar esta patología. Por un lado, se sabe que es más frecuente en mujeres que en hombres. Además, personas con patologías previas en las rodillas como la osteoartritis, pueden desarrollar esta patología, ya que el glúteo medio es un musculo que estabiliza la articulación de la rodilla.

Por último, en cuanto al tratamiento de esta afección, se ha visto que a largo plazo el más eficaz está basado en la realización de varios ejercicios excéntricos (ejercicios en los que se resiste la vuela después de hacer fuerza) o isométricos (ejercicios en los que se mantiene una fuerza constante sin intención de desplazar el objeto contra el que hacemos la fuerza). Todos ellos de la musculatura glútea o de la cadera, incidiendo siempre en la parte tendinosa. La función de estos ejercicios es hacer la articulación de la cadera más estable a la vez que se fortalece la musculatura para evitar futuras recaídas ya que la evolución de las patologías tendinosas suele ser larga y tediosa.

Como siempre, será necesaria una valoración de la patología para poder elegir un tratamiento que sea adecuado, eficaz e individualizado para cada persona.