DOLOR DE HOMBRO

El dolor de hombro es la tercera patología más común por la que se va a consulta médica. Este problema afecta de muchas maneras en la vida de las personas, desde poder vestirse bien, peinarse o cepillarse los dientes hasta poder realizar su práctica deportiva favorita o trabajar. Son muchos los factores que pueden favorecer el dolor de hombro, ya que es una articulación compleja.

Si hablamos de la articulación, es una articulación muy móvil pero muy inestable y hay muchas estructuras que la conforman, una de ellas es el manguito rotador. Este manguito está formado por los tendones de varios músculos (supraespinoso, infraespinoso subescapular y redondo menor), haciendo que todos ellos rodeen la articulación del hombro. En la mayoría de los casos, cuando alguno de estos músculos está dañado, puede aparecer dolor en el hombro, limitación de la movilidad e incluso pérdida de fuerza en la extremidad.

Por otro lado, continuando con las estructuras relacionadas con el hombro, vamos a hablar sobre las estructuras óseas. Estos huesos serian: el acromion, la clavícula, la escápula y la primera costilla entre otros. Todos estos huesos forman articulaciones entre ellos que permiten una buena movilidad del hombro, asique si las articulaciones que unen estas estructuras no cumplen bien con su función, pueden generar alguna alteración o limitación del movimiento. Produciendo a la larga dolor e incapacidad funcional.

Además, no nos podemos olvidar de las patologías intraarticulares, como el pinzamiento subacromial que supone el 45%-65% de los dolores de hombro y se da cuando hay una disminución en el espacio entre el acromion y el húmero, donde la cápsula o la bursa (es un saco que se encuentra debajo del acromion y hace de soporte a los tendones del manguito rotador para que estos no hagan contacto directo contra el hueso) tienen mucha relevancia. En la mayoría de los casos, cuando hay sensación de rigidez, dolor, incapacidad para mover el brazo o de pinchazo al mover el hombro, es posible que nos encontremos con una de estas dos, o las dos, estructuras dañadas.

Si hablamos del tratamiento a seguir, en la mayoría de los casos se ha visto una disminución del dolor y un aumento de la movilidad trabajando con ejercicios y con terapia manual de manera combinada. Con la terapia manual conseguimos disminuir el dolor y movilizar las articulaciones adyacentes al hombro, así como la propia articulación. Con lo que respecta a los ejercicios, conseguimos fortalecer la musculatura que rodea la articulación para que se vuelva más fuerte, mejore la movilidad y disminuya la sensación de dolor.

Como siempre, es necesaria una valoración previa para determinar cuál puede ser el origen del dolor de hombro. Para después, seguir un tratamiento u otro.